Hola Frank buenas tardes recibe un cordial saludo en Cristo Jesús, por favor me puedes colaborar con el siguiente tema. Una amiga me comenta que hubo una mujer papa, nunca había escuchado el respecto, ella esta convencida que si existió, sin embargo yo le expresé mis dudas al respecto, por favor colaborame. Gracias De ante mano muchas gracias por tu tiempo y dedicación.
Submitted by: Lilibeth 10/11/2019
Hola Lilibeth.La opinión más extendida es que se trata de una leyenda, las famosas Sillas perforadas exhibidas en su apoyo no son al parecer otra cosa que las sillas curiales, que simbolizaban el carácter colegial de la Curia romana. Ninguna crónica contemporánea a los hechos narrados acredita la historia, y la lista de papas no deja ningún resquicio en que se pueda insertar el pontificado de Juana. En efecto, entre la muerte de León IV, el 17 de julio de 855 y la elección de Benedicto III, entre los cuales sitúa Martín el Polaco a la papisa, transcurrió muy poco tiempo, incluso teniendo en cuenta que el segundo no fue coronado hasta el 29 de septiembre del mismo año a causa del antipapado de Anastasio. Estos datos son confirmados por pruebas sólidas, como monedas y documentos oficiales de la época. La crónica de Jean de Mailly sugiere, por su parte, un emplazamiento del papado de Juana un poco anterior a 1100. Sin embargo, sólo transcurren unos meses entre la muerte de Víctor III (16 de septiembre de 1087) y la elección de Urbano II (12 de marzo de 1088), y sólo algunos días entre la muerte de este último (29 de julio de 1099) y la elección de Pascual II (13 de agosto de 1099). Las explicaciones de la leyenda son diversas. El mito fue tal vez ideado a partir del sobrenombre de papisa Juana que recibió en vida el papa Juan VIII por lo que sus opositores consideraron debilidad frente a la Iglesia de Constantinopla, o quizá por el mismo sobrenombre aplicado a Marozia, autoritaria dama romana que quitaba y ponía cardenales. Por otra parte, el mito también remite a las inversiones rituales de valores propias de los carnavales. Otro punto de partida de la leyenda puede ser la prohibición del Levítico (21:20) de que esté al servicio del Altar un hombre con los testículos aplastados, es decir, un eunuco. La idea que la prohibición conlleva de verificar que sólo hombres enteros accedan al trono papal, estuvo probablemente en el origen de la inspección ceremonial y del testiculum habet et bene pendebant, un tema sugestivo para una disputatio de quolibet estudiantil en la escolástica de la Edad Media. La leyenda se ha desarrollado a lo largo de la Edad Media. La primera mención conocida se encuentra en la crónica de Jean de Mailly, dominico del convento de Metz, redactada hacia 1255. La leyenda se propagó muy rápidamente y sobre una gran extensión geográfica, lo que puede hacer suponer que existía con anterioridad y que el dominico se limitó a consignarla por escrito. Hacia 1260, la anécdota reaparece en el Tratado de las diversas materias de la predicación, de Esteban de Borbón, también dominico y de la misma provincia eclesiástica que Mailly. Pero es sobre todo el relato hecho por Martín el Polaco en su Crónica de los pontífices romanos y de los emperadores, hacia 1280, el que le asegura el éxito. Refutacion logica Definitivamente los enemigos de la Iglesia deliran ya que esta leyenda además de absurda no resiste el analices de la lógica, Así que tenemos a una mujer brillante que logra engañar a sus compañeros de estudios eclesiásticos, después engaña a fieles, sacerdotes compañeros, Obispos y por ultimo es tan brillante que logra engañar a los Cardenales y ser elegida nada mas y nada menos que Papa,.entonces con nueve meses de embarazo se monta en un burro y se va de procesión por las aglomeradas y zarandeadas calles de Roma…por favor se ha perdido el juicio y el respeto a la lógica??????!!!!!!!Es que creen que somos tarados??? Basta ya de mentiras para corromper la mente del creyente débil, tenemos que alzar nuestra voz y parar esta carrera demencial. Además esto es muy serio pues todo el esfuerzo de los medios anticatólicos en desempolvar esta leyenda absurda apunta a decir que el Espiritu Santo no actúa en la Iglesia y esto es blasfemia contra el Espíritu Santo, único pecado que no se perdona.