San Pedro, las rocas, las piedras, la lógica y la síntesis

Saludos Frank, bendiciones de Dios para ti y tu equipo de trabajo. He notado que a veces hasta algunos apologistas católicos caen en lo que yo llamo la trampa de la muchedumbre de palabras. Pegunto entonces: ¿Por qué tanta gente cae no solo en la trampa de la muchedumbre de las palabras, sinó además de las complicaciones innecesarias? Como si un buen argumento fuera mejor por el número de palabras, como si una verdadera lógica no fuera a la vez sencilla e imbatible. Por ejemplo: por culpa más que todo del orgullo, algunos hermanos protestantes se la pasan años estudiando lenguas sagradas, como el Griego, para luego gastar horas diciendo, fuera de contexto y sin armonizar con por ejemplo: Isaías 22, cumplido según Mateo 16 y Lucas 22; 31,32, Juan 21; Hechos 1; 2; 10 y Apocalipsis 3:7 que respecto a Mateo 16 hay dos piedras: una: Roca, inamovible; y otra: una piedra pequeña, movible. Pero como dice el Salmo: gracias a Dios caen en la trampa que ellos mismos tendieron. Ya que precisamente la Roca o Piedra Angular es Jesucristo, que por ser cimiento o base de la Iglesia, humildemente sostiene desde abajo todo el resto de la estructura. Y quiso el Salvador poner primero sobre esa Piedra Angular que es Él mismo a un hombre llamado Simón instituyéndolo a la manera hebrea: cambiándole el nombre por el equivalente de piedra en hebreo: Kefas = Piedra = Pedro. Y claro que es otra piedra, pero cimentada sobre Dios hecho hombre, y con distinción nominal-ontológica, que Jesucristo mismo le instituyó como Piedra criatural primigenia de Su Santa Iglesia, con poder de atar y desatar y la promesa de que las puertas del hades no prevalecerán contra Ella. Y a esto gracias a Dios decimos: amén. Es decir: gracias a ese distinción se refuerza aún más el argumento católico. Y creo haberlo aprendido aquí mismo en Apologética Siloé. A quienes acusan en falso se les vira en contra lo que dicen como la famosa espada de doble filo, por eso están estos prójimos tan divididos. Creo yo que nos hace falta pedir más al Señor que nos haga sencillos como las palomas y sagaces como las serpientes porque hay algunos hermanos que a diferencia de la gran mayoría sí están interesados en aprender, y esas exposiciones de la Doctrina Católica, si están bien hechas refuerzan la fe, ayudan a pensar bien, y en una palabra: ¡Son Luz de Dios!

Submitted by: Félix 01/05/2020