pornografia

Hola Luis. La Pornografía es pecado. Tres principales categorías del pecado son: “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida” (1 Juan 2:16). La pornografía definitivamente nos causa el codiciar las cosas de la carne, e indudablemente es perniciosa para nuestros ojos. Definitivamente la pornografía no califica como una de las cosas en las que debemos pensar, Dice San Pablo en Filipenses 4,8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. La pornografía es adictiva I Corintios 6:12- 2 Pedro 2:19), destructiva (Proverbios 6:25-28 y Efesios 4:19). El desear a otra gente en nuestras mentes (la esencia de la pornografía) es ofensivo a Dios (Mateo 5:28) Para salir de esa terrible adición te recomiendo: . Ocúpate en la oración y lectura de su Palabra, además has de Jesús el centro de tu vida. 2. Ve frecuentemente al Santísimo y ora, participa en un Grupo de Oración o en un Ministerio de la Iglesia que te ayude a crecer en la Fe. 3. Cierra las páginas webs que te están arruinando la vida. Es mejor pasar sin internet un buen tiempo, que estar con el internet y con un pasaje directo a la perdición. 4. Ten “Determinación, Voluntad y Dominio Propio”. 5.- Mantente ocupado en las cosas del Señor, bien es sabido que la ociosidad es la madre de todos los vicios. Si no hay nada que te motive ni tengas porque luchar estas a la deriva. 6) Confiesa frecuentemente aunque sea “lo mismo” 7) Trata de cambiar el habito de lo que haces a la hora que ves esas cosas. Quizá tú seas una persona que ya lo ha intentado en más de alguna vez, que has prometido una y otra vez al Señor que ya no lo harás más y siempre terminas haciéndolo. Y después siempre viene la sensación de tristeza de saber que le fallaste a Dios, la sensación de sentirte indigno y sucio delante de Dios, quizá muchas veces ya no tienes ni cara de cómo presentarte delante de Dios, pues esta atadura se ha apoderado de tu vida. Quiero decirte que NO DESISTAS, inténtalo nuevamente, pero ahora permite que Jesús sea quien te guie, toma en cuenta las recomendaciones que te he dado porque estoy seguro que Dios obrara en tu vida. Dios jamás dejara de extender su mano al necesitado y tú eres uno de ellos. Lo que a ti te está pasando, no solo te pasa a ti, ni solo te pasara a ti, hay millones de personas que están en la misma batalla, así como también hay millones que ya la han superado y que ahora son libres de esta atadura. Por tal razón te digo: SI PUEDES SER LIBRE. Bendiciones+