Duda sobre la confesión

Hola, Sr. Frank. Tengo una inquietud sobre el sacramento de la confesión. Resulta que he encontrado opiniones distintas sobre si el callar a sabiendas un pecado grave hace inválida la confesión o no, y que en consecuencia el confesor tenga que soportar la tortura de tener que confesar todos esos pecados nuevamente. Un sacerdote con el que suelo hablar me dice que no, y el Catecismo actual no se pronuncia explícitamente al respecto. En un foro católico de Reddit indagué al respecto y me mostraron una cita del Catecismo de Baltimore que señalaba que el cometer eso era un sacrilegio que invalida la confesión. No obstante, investigué al respecto y parece que esa edición está desactualizada, al igual que el catecismo de San Pío X. Estoy confundido y agradecería mucho su respuesta.

Submitted by: Cristian 06/28/2020

Hola Cristian. La Doctrina de la Iglesia de siempre (y no hace falta que lo diga el Catecismo) es que callarse un pecado grave en la Confesion no solo la invalida, sino que es una grave ofensa a Dios que sabe que lo quieres engañar en la personna del Sacerdote. Yo no se en que botanica estudio un sacerdote que diga eso. Ningun Catecismo esta desactualizado, la Doctrina de la Iglesia no se «desactualiza». Si hay un mandamiento que dice No Mentir a los hombres,como tu crees que va a quedar impune mentir a Dios, eso es mas que pecado es Sacrilegio. » – Al confesor hay que decirle voluntariamente, con humildad, y sin engaño ni mentira, todos y cada uno de los pecados graves no acusados todavía en confesión individual bien hecha ; y en orden a obtener la absolución . No tendría carácter de confesión sacramental manifestar los pecados para pedir consejo, obligarle a callar, etc. . 86,1. Antes de empezar la confesión el sacerdote puede leer al penitente, o recordarle, algún texto o pasaje de la Sagrada Escritura en que se muestre la misericordia de Dios y la llamada del hombre a la conversión . Dijo el Papa Juan Pablo II el 30 de enero de 1981: «Sigue vigente y seguirá vigente para siempre, la enseñanza del Concilio Tridentino en torno a la necesidad de confesión íntegra de los pecados mortales». Es indispensable manifestar los pecados con toda sinceridad y franqueza, sin intención de ocultarlos o desfigurarlos. Si confesamos con frases vagas o ambiguas con la esperanza de que el confesor no se entere de lo que estamos diciendo, nuestra confesión puede ser inválida y hasta sacrílega. Al confesor hay que manifestarle con claridad los pecados cometidos para que él juzgue el estado del alma según el número y gravedad de los pecados confesados. La absolución exige, cuando se trate de pecados mortales, que el sacerdote comprenda claramente y valore la calidad y el número de los pecados . El confesor debe conocer las posibles circunstancias atenuantes o agravantes, y también las posibles responsabilidades contraídas por ese pecado. También hace falta que el penitente esté en presencia del confesor. No es válida la confesión por teléfono(921). Si queda olvidado algún pecado grave, no importa; pecado olvidado, pecado perdonado. Pero si después me acuerdo, tengo que declararlo en otra confesión. Mientras tanto, se puede comulgar. Y no es necesario confesarse únicamente para decirlo, porque ya está perdonado . Pero si la confesión estuvo mal hecha, es necesario confesar de nuevo todos esos pecados graves, en otra confesión bien hecha. En alguna circunstancia excepcional se justifica el callar un pecado grave en la confesión: una vergüenza invencible de decirlo a un determinado confesor, por ejemplo, por la amistad que se tiene con él y no ser posible acudir a otro; si peligra el secreto, porque hay alguien cerca que puede enterarse, y no hay modo de evitarlo (sala de un hospital, confesonario rodeado de gente, etc.). Pero ese pecado grave, ahora lícitamente omitido, hay obligación de manifestarlo en otra confesión(922). Si en alguna ocasión quieres confesarte y no encuentras un sacerdote que entienda el español, o tú no puedes hablar, basta que le des a entender el arrepentimiento de tus pecados, por ejemplo, dándote golpes de pecho . Tu gesto basta para que el sacerdote te dé la absolución. Pero estos pecados así perdonados, tienes que manifestarlos la primera vez que te confieses con un sacerdote que entienda el idioma que tú hablas.» http://www.clerus.org/clerus/dati/2000-05/17-7/Partes.html Bendiciones+

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