Luis
08/22/22
Un cordial saludo,
Tengo una pregunta algo profunda y es acerca de la Santísima Trinidad.
¿La Santísima Trinidad comenzó a existir apenas hace 2000 años?
¿Dios era uno solo antes del nacimiento de Cristo? ¿O era sólo dos (Padre-Espírutu Santo)?
Muchísimas gracias por esa bella labor que hacen.
Dios les Bendiga siempre,
Hola Luis.Si que es un tema dificil porque la Santisima Trinidad es un misterio y un misterio es algo que no se conoce por lo que solo podemos tratar de penetrar algo. Todos los que han querido saber de este misterio en su totalidad han terminado en herejia, asi que hay que andar con tiento.
Dice el Catecismo de la Iglesia: 253 La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: «la Trinidad consubstancial» (Concilio de Constantinopla II, año 553: DS 421). Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: «El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza» (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530). «Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina» (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS 804).
258 Toda la economía divina es la obra común de las tres Personas divinas. Porque la Trinidad, del mismo modo que tiene una sola y misma naturaleza, así también tiene una sola y misma operación (cf. Concilio de Constantinopla II, año 553: DS 421). «El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son tres principios de las criaturas, sino un solo principio» (Concilio de Florencia, año 1442: DS 1331). Sin embargo, cada Persona divina realiza la obra común según su propiedad personal. Así la Iglesia confiesa, siguiendo al Nuevo Testamento (cf. 1 Co 8,6): «Uno es Dios […] y Padre de quien proceden todas las cosas, Uno el Señor Jesucristo por el cual son todas las cosas, y Uno el Espíritu Santo en quien son todas las cosas (Concilio de Constantinopla II: DS 421). Son, sobre todo, las misiones divinas de la Encarnación del Hijo y del don del Espíritu Santo las que manifiestan las propiedades de las personas divinas.
Dijo San Juan Pablo II:
«En el principio existía el Verbo» (Jn 1, 1). Estas palabras, con las que comienza san Juan su evangelio, nos remontan más allá del inicio de nuestro tiempo, hasta la eternidad divina. A diferencia de san Mateo y san Lucas, que sobre todo se dedican a relatar las circunstancias del nacimiento humano del Hijo de Dios, san Juan dirige su mirada al misterio de su preexistencia divina.
En esta frase, «en el principio» significa el inicio absoluto, inicio sin inicio, es decir, la eternidad. La expresión es un eco de la del relato de la creación: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra » (Gn 1, 1). Pero en la creación se trataba del inicio del tiempo, mientras aquí, donde se habla del Verbo, se trata de la eternidad.
Entre los dos principios la distancia es infinita. Es la distancia entre el tiempo y la eternidad, entre las criaturas y Dios.
2. Cristo, al poseer, como Verbo, una existencia eterna, tiene un origen que se remonta más allá de su nacimiento en el tiempo.
Atenagoras de Atenas decia: “Y si por la eminencia de vuestra inteligencia se os ocurre preguntar qué quiere decir “hijo,” lo diré brevemente: El Hijo es el primer brote del Padre, no como hecho, puesto que desde el principio, Dios, que es inteligencia eterna, tenía en sí mismo al Verbo, siendo eternamente racional, sino como procediendo de Dios, cuando todas las cosas materiales eran naturaleza informe y tierra inerte y estaban mezcladas las más gruesas con las más ligeras para ser sobre ellas idea y operación”.[13]
San Ireneo de Lyon es categorico: “Así pues, si alguien nos pregunta: «¿Cómo el Padre emitió al Hijo?», le respondemos que esta producción, o generación, o pronunciación, o parto, o cualquier otro nombre con el que quiera llamarse este origen, es inefable. No la conocen ni Valentín, ni Marción, ni Saturnino, ni Basílides, ni los Ángeles, ni los Poderes, ni las Potestades, sino sólo el Padre que lo engendró y el Hijo que de él nació. Siendo, pues, inefable esta generación, quienquiera se atreva a narrar las generaciones y emanaciones, no está en su mente cuando promete describir lo indescriptible.”[20]
O sea lo unico que te puedo decir sin bordear la herejia es lo que dijo Atenagoras que aunque en un momento «antes del Tiempo» el verbo fue «nacido del Padre» y que el Espiritu Santo procede de el Padre y del Verbo,aun en el principio » Dios, que es inteligencia eterna, tenía en sí mismo al Verbo, y por lo tanto a la Tercera Persona. Mas que eso no te se decir, a la Trinidad se le adora,no se le entiende. Bendiciones+