Tomas
«endureceré su corazón, y no dejará salir al pueblo.» exodo 4 :21
02/08/23
si Dios le dijo esto al faraon, entonces no hay maligno o como esta esto no lo entiendo si Dios le dijo esto al faraon no fue ningun mal fue mismo Dios quien le hiso endureser el corazon entonses no hay no existe el maligno o como esta esto me podrias esplicar un poco mas Frank gracia espero tu respuesta Dios te bendiga.
Hola Tomas. Yo no entiendo como una persona en el 2023 puede decir que no existe el maligno, cuando tu pones la TV o ves noticias y ves su accion mas fuerte que nunca en la historia del hombre.La Biblia no la puedes leer portu cuenta pues quedaras mas confundido. Yo tengo un estudio Biblico en Apologenticasiloe Youtube. Te animo que busques el programa que correponde al capitulo 4 y oigas la explicacion., Despues puedes comenzar el estudio desde el Genesis. Actualmente vamos por el profeta Ezequiel.
Esta forma de hablar, es una forma semítica de hace tres mil años que indica que la cosa no iba a ser facil. El faraón tenia el corazón duro y llego un punto en que el Senor no quizo hacer mas por el, porque no cedia y el no impone. Por ejemplo, el faraón ya tenia en corazón duro:
- (7:11). Cuando Dios mostró su soberanía y poder mediante Moisés y Aarón, «el corazón del faraón se endureció [hebreo. hazaq], y no los escuchó, como lo había dicho el Senor» (7:13). El término «hazaq» expresa una actitud firme e inflexible. Por cuanto se apoyó en los magos de Egipto, «el corazón del faraón se endureció»(7:22). Aun viendo tal señal, no se rinde ante el Dios de dioses. Un corazón duro no se ablanda con nada al parecer y que pretende contender con Dios solo demuestra quien es faraón y esto recién comienza.
- Durante la segunda plaga, el faraón por primera vez pidió a Moisés y a Aarón que rogaran a Dios que lo ayude a él y a Egipto (8:8), pero, cuando esa ayuda tuvo lugar (8:10), «endureció su corazón y no los escuchó» (8:15). Fue el faraón mismo quien endureció su corazón. Una aparente rendición, pero al conseguir lo que quería, al ver que ya había pasado todo, siguió igual que al comienzo, empecinado y terco ante la orden de Dios de dejar ir al pueblo de Dios.
- -Durante la tercera plaga, los magos admitieron francamente (8:18) frente al faraón: «Es el dedo de Dios» (8:19), y sin embargo «el corazón del faraón se endureció y no los escuchó». Del mismo modo, durante las siguientes dos plagas el faraón continuó endureciendo su corazón (8:32), el cual permaneció endurecido (9:7). Ya a estas alturas su soberbia y altivez, no le permitieron ver la mano de Dios, ni escuchar a sus magos tal declaración que bien pudo haberles costado la vida ,ya que allí el faraón era «dios» en la tierra, aunque contendiendo con el único Dios por su dureza de corazón. esta dureza no le permitía ver ni tampoco oír las maravillas que Dios estaba haciendo.
- Solo después del séptimo endurecimiento, durante la plaga de sarpullido, leemos: «el Senor endureció el corazón del faraón, y no los oyó, tal como el Senor le había dicho a Moisés» (Éxodo. 9:12). Mientras varios siervos del faraón creyeron que había sido Dios el que había salvado sus vidas (9:20), el faraón no temía «todavía a la presencia de Dios». Bendiciones+